Los extraordinarios recursos naturales de Canarias -archipiélago afortunado por sus valores solares y eólicos- no están siendo aprovechados. Según el Anuario Energético de Canarias 2016, que acaba de presentar el Gobierno de la región, solo el 1,4% de la energía primaria que usaron las islas ese año (último dato consolidado disponible) salió de fuentes renovables. En lo que se refiere más específicamente a la electricidad, el guarismo también es raquítico: 8,07%, cuando en la península, en 2016, hasta el 40,8% de la electricidad que usamos salió de fuentes renovables. [En la imagen, aero Gamesa de cinco megavatios, en Arinaga, Gran Canaria].
La singularidad canaria -redes insulares menos malladas que las que tenemos en el continente y, además, no interconectadas entre ellas- y la inoperancia y/o ineptitud de los últimos gobiernos nacionalistas -ora sostenidos por el PSOE, ora por el Partido Popular- han situado al archipiélago de las islas afortunadas en el furgón de cola del despliegue de las energías renovables en España. Y eso que el Sol y el recurso eólico son en aquellas islas extraordinariamente generosos. A pesar de ello, y a pesar de que España cuenta con un sector científico, tecnológico e industrial de primera categoría en lo que se refiere a las energías renovables -eólico, fotovoltaico y termosolar-, el archipiélago canario sigue anclado -en materia de electricidad- en los combustibles fósiles: gasóil, diésel oil, fuel. Hasta el punto de que estos generaron el 92% de la electricidad canaria en 2016.
El Anuario Energético de Canarias 2016 lo reconoce sin ambages: «se observa que la producción interior representa una fracción muy pequeña de la energía primaria, siendo dicha cifra la aportación conjunta de todas las energías renovables en el Archipiélago (eólica, fotovoltaica, solar térmica, hidroeólica, minihidráulica y biogás de vertedero); en función de las condiciones meteorológicas -concreta el Anuario-, su participación total está prácticamente estabilizada desde hace años y su aportación al conjunto de la energía primaria se sitúa en torno al 1,4% en el año 2016».
En lo que se refiere a la electricidad, los números tampoco han resultado mucho mejores
«Al igual que en años anteriores -dice el Anuario-, el volumen de producción eléctrica de origen renovable en 2016 en Canarias ha sido discreto, si se compara con el volumen de producción total». Efectivamente, solo el 8% de la electricidad del archipiélago nació en el archipiélago. El 92% restante ha salido de combustibles fósiles que los isleños han debido importar de allende los mares: 1.826.208 toneladas, correspondiendo el 62,25% al fuel; el 36,55%, al gasóleo; y el 1,21% restante, al diésel-oil. Respecto al año anterior, ha habido un incremento en el consumo total del 2,6%.
La excepción, que confirma la regla, es la isla de El Hierro
Gracias a su central Hidroeólica, los herreños batieron en 2016 todos los registros autonómicos. Por ejemplo, en el mes de julio, el 66,1% de la electricidad que usó El Hierro salió de fuentes renovables (hidráulica y eólica), o sea, que la más occidental de las Canarias le ganó por goleada la partida a todas las demás: La Palma, con un 18,5% en ese mes de julio; y Gran Canaria, con un 14,8% en el mismo mes, fueron (a años luz) la segunda y la tercera más renovables de todas. Por el contrario, La Gomera marcó el peor registro: 1,8% en ese mes de julio y playas abarrotadas.
A pesar de esos números, raquíticos, el Gobierno canario asegura que, a día de hoy, la potencia renovable que existe en las islas ha aumentado un 8,7% «con respecto a los datos de 2016, pasando de los 367,7 megavatios hasta los 400 megas». Además, el Ejecutivo calcula que, con los nuevos parques eólicos que están construyéndose, «en pocos meses» se alcanzarán los 520 MW y, al final de 2018, «si se construyen todas las instalaciones eólicas que se han autorizado», se podrá llegar a cerca de 660 MW de potencia renovable, «lo que supone un 80% más con respecto a lo alcanzado en 2016».
En todo caso, los datos consolidados a 31 de diciembre de 2016, y recién publicados en el Anuario Energético de Canarias, son los que siguen a continuación.
Según el Anuario, la demanda de energía final en el año 2016 se situó en 3,5 millones de toneladas equivalentes de petróleo
Ello supone un 6,07% más con respecto al año anterior. El suministro de combustibles a usuarios finales -informa el Gobierno canario- absorbe la mayor parte de esa demanda, alcanzando el 79,8% del total, mientras que el otro 20% responde a electricidad y un 0,24% a solar térmica. Por sectores, la mayor parte del consumo energético corresponde al transporte (terrestre, aéreo y marítimo), con el 74,3% del total, seguido del sector servicios (11,93%), el sector residencial (9,4%) y el sector primario (1,18%) y otros usos no especificados (0,34%).
Fuente: https://www.energias-renovables.com/panorama/solo-el-1-4-de-la-energia-20180409