El convenio de colaboración, firmado por ambas asociaciones, tiene como objeto la colaboración por una movilidad basada en energías alternativas con el propósito de acelerar una transición energética en el transporte hacia una movilidad descarbonizada.
AEDIVE y AEE comparten que el vehículo eléctrico no es sólo movilidad sostenible, sino un factor clave para la transición energética hacia los objetivos de descarbonización. También es una herramienta de gestión de demanda y de eficiencia energética y, por tanto, ambas asociaciones trabajarán en el desarrollo de proyectos e iniciativas que vinculen el ámbito del vehículo eléctrico y la energía eólica, buscando, entre otros, los siguientes fines:
- Impulsar la generación distribuida
- Reducir gases de efecto invernadero
- Incrementar una mayor penetración de electricidad renovable
- Potenciar la utilización de la energía eólica para la cobertura de las infraestructuras de recarga masivas
- Fomentar las medidas de almacenamiento y gestión de la demanda
“El incremento de penetración del vehículo eléctrico en España demuestra que hay un cambio positivo en las tendencias sociales y empresariales. La senda de crecimiento del coche eléctrico a 2030 es exponencial. Por ello, desde ya es urgente plantear acciones conjuntas que vinculen movilidad y electricidad asociada a fuentes renovables. El transporte es un sector clave en el proceso de descarbonización del modelo energético” afirma Arturo Pérez de Lucia, Director Gerente de AEDIVE.
Juan Virgilio Márquez, Director General de AEE, señala que “para cumplir con los objetivos de París es necesario que el avance de la electrificación del transporte se base en un mix energético mayoritariamente renovable. El aumento de vehículos eléctricos supone un incremento de la demanda de electricidad, que ha de ser cubierta por fuentes renovables. Actualmente, el 32% de la producción de electricidad en nuestro país procede de energías renovables y la energía eólica, en 2017, ha generado el 18,4% de la demanda eléctrica. En el pasado año, la eólica evitó la emisión de 28 millones de toneladas de CO2. De cara a la necesaria y urgente transición energética, el uso progresivo del vehículo eléctrico y la creciente aportación de la energía eólica en nuestro mix serán un binomio necesario para cumplir con los objetivos de París”.